Existen técnicas de fisioterapia indoloras y otras en que es imposible no provocar cierto dolor
Existe una creencia muy extendida en la que se considera que si una sesión de fisioterapia no duele, es porque no es efectiva. Sin embargo, otras personas se echan a temblar en sólo pensar que las manipulaciones pueden hacerles sentir dolor.

Por eso, queremos dar nuestro punto de vista. Evidentemente, nosotros no buscamos hacer daño a toda costa. De hecho, nuestra máxima siempre es hacer el mejor daño posible. De esta forma, evitamos el sufrimiento innecesario de nuestros pacientes.
Siempre buscaremos las técnicas menos dolorosas, sin embargo, a veces es imposible trabajar sin provocar algún tipo de dolor. Por ejemplo cuando utilizamos la punción seca o cuando realizamos masaje deportivo en lesiones. En casos de este tipo es normal que aparezca algún tipo de dolor, pero nunca debe llegar a ser insoportable.
No obstante, sentir dolor no es sinónimo de que el tratamiento esté funcionando más o menos. Existen tratamientos menos dolorosos como el masaje miofascial, que no por provocar menos dolor, tienen peores resultados.
Por último, los pacientes deben comunicar a su fisioterapeuta cómo se sienten en cada momento. Describir el dolor, como es durante la sesión y cómo es después. Todo esto ayudará al profesional de la fisioterapia a conocer el umbral del dolor de dicho paciente, hacer que las sesiones sean lo más llevaderas posible y la recuperación más rápida.