Un salto mal dado puede provocar lesiones irreversibles
En verano muchos aprovechamos para descubrir nuevas playas, acantilados, pantanos y piscinas donde poder ir a a ‘pegarnos’ unos saltos… pero, ojo, hay que ser responsables y tener cuidado porque un salto mal realizado puede provocarnos lesiones irreversibles e incluso la muerte. Por eso, hoy queremos dedicar nuestro post a daros una serie de recomendaciones y a informaros de qué os puede ocurrir si ‘no nos tiramos con cabeza’.
Lo primero que debemos dejar claro es que el salto ya sea desde un trampolín artificial como natural (rocas) no es un deporte sencillo y entraña riesgos de los que los saltadores deben ser conscientes. Además de saber saltar y no hacer ‘cabriolas’ debemos conocer bien el lugar dónde vamos a saltar, la profundidad, si hay rocas en el fondo, si ha bajado la marea, etc.
Hay que prepararse de forma adecuada
Y es que desconocer esas cuestiones tan básicas pueden provocar lesiones medulares y neurológicas irreversibles, pero sí evitables si nos tomamos los saltos como una disciplina deportiva seria. También podemos sufrir lesiones en hombros, rodillas, espalda y en las lumbares.
Antes de saltar debemos prepararnos de forma adecuada. Y al igual que hacen los deportistas que se dedican a esta disciplina, en primer lugar debemos realizar una serie de ejercicios de estiramiento (mínimo 15) para pasar a realizar ejercicios en seco sin tocar el agua (entre media hora y tres cuartos de hora, dependiendo de la persona). Finalmente, antes de lanzarnos a saltar debemos realizar ejercicios en el agua.