Cómo recuperar la voz: remedios, medicamentos y terapia

Los problemas de la voz son el talón de Aquiles de quienes han convertido el arte de cantar en su modo de vida o en su afición favorita.

Es lo mismo si se trata de vocalistas profesionales, coristas aficionados o maestros del cante jondo. Cuando menos se lo esperan, aparecen los temidos trastornos de voz, como la falta de voz o afonía y la pérdida del timbre o disfonía.

 En ocasiones se trata de episodios pasajeros, pero a veces se prolongan en el tiempo de forma indefinida. Veamos qué podemos hacer para solucionarlos definitivamente en el menor lapso de tiempo.

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Afonía y disfonía, las pesadillas del cantante

La disfonía es una alteración del timbre normal de nuestra voz que puede manifestarse en diversos grados. Su grado extremo conlleva la pérdida total de la voz y es lo que se denomina afonía.

Si hemos sufrido un episodio de afonía total, nada nos librará de sufrir posteriormente una disfonía durante un período variable de tiempo.

Tanto si la disfonía se presenta aislada como si es la consecuencia de una afonía anterior, su duración dependerá de las causas que las han provocado.

Cómo recuperar la voz después de una afonía

Cuando la afección causante de la afonía ha sido leve, como una irritación pasajera o una infección de poca enjundia, lo habitual es recuperar la voz rápidamente, de forma natural y con un mínimo tratamiento.

No ocurre lo mismo si la pérdida total de voz ha sido consecuencia de una infección de envergadura, y en estos casos podemos permanecer totalmente afónicos durante varios días.

Pero recuperar la voz tras una afonía no implica que nuestra eficiencia vocal se restablezca de inmediato, ya que tras una afonía se presentará siempre una disfonía.

Es decir, podremos hablar e incluso cantar, pero notaremos que tenemos dificultades, y muy especialmente en las notas altas o cuando pasamos a la octava superior.

Lo mismo ocurrirá si el problema subyacente es de pólipos o nódulos en la garganta. Estos trastornos no suelen provocar afonía total, sino disfonías más o menos acusadas y duraderas.

La diferencia es que para recuperarse de la disfonía causada por nódulos o pólipos hay que tratarlos adecuadamente mediante procedimientos médicos, y en ocasiones, quirúrgicos.

La buena noticia es que, muchas veces, los pólipos y nódulos son originados por hábitos vocales inadecuados. Si son detectados a tiempo, pueden ser tratados por un foniatra con técnicas de terapia de voz.

Veamos las alternativas de que disponemos para superar la disfonía y recuperar nuestro rendimiento como vocalistas:

Medicamentos

Pueden utilizarse antibióticos si la disfonía es provocada por una infección bacteriana, pero en ningún caso si se trata de una candidiasis o de una infección vírica.

Para las candidiasis se usa medicación antifúngica y en el caso de los virus faríngeos no existe medicación que acorte el período de infección.

El uso controlado de antiinflamatorios, como los ‘AINE’ o los corticoides, ayudará a reducir la inflamación y recuperar cuanto antes nuestra voz.

En cualquier caso, antes de utilizar ningún medicamento ante un episodio de disfonía, es imprescindible acudir al médico para que averigüe la naturaleza de la misma y prescriba la medicación adecuada.

Remedios naturales

El abanico de remedios naturales es infinito. El saúco, el erísimo, las yemas de aliso, el limón y la miel son reconocidos por sus propiedades beneficiosas para la voz.

En el mercado podemos encontrar algunos jarabes que combinan todos estos elementos.

Terapia de voz

En muchos casos, trastornos como irritaciones recurrentes de la garganta y cuerdas vocales, o los nódulos y pólipos, proceden de hábitos de vocalización incorrectos. Con la ayuda del foniatra pueden corregirse estos hábitos, evitando los problemas de voz.

Igualmente, la terapia de voz es eficaz en la recuperación de las disfonías cuyo origen es infeccioso o irritativo.

Intervención quirúrgica

La única solución para los casos muy avanzados de nódulos y pólipos en la garganta o las cuerdas vocales es la intervención quirúrgica.

Pero tenemos una forma sencilla de evitar este extremo, ya que los nódulos y pólipos en estadio avanzado son la consecuencia de meses o años de disfonías o afonías mal tratadas.

Así que, acudiendo al médico u otorrino al menor signo de afonía o disfonía, evitaremos este riesgo, siempre que las mismas se deban a la aparición incipiente de pólipos o nódulos.

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