Con la llegada del buen tiempo muchos aprovechamos nuestros momentos de ocio y nos animamos a salir a caminar por la mañana temprano o cuando ha caído el sol. Un hábito, el de andar, totalmente recomendable no sólo en verano, sino durante todas las estaciones del año, por lo saludable y beneficioso para nuestro cuerpo y mente.
Lo que muchos no sabemos es que este tipo de ejercicio puede convertirse en un inconveniente si no se realiza adecuadamente, dando lugar a trastornos musculares que provocan, por ejemplo, el dolor de espalda.
Por eso, es muy importante adquirir una buena postura al caminar, especialmente durante los primeros años de vida para evitar complicaciones como la escoliosis, los lumbagos y otros problemas de espalda.
Asimismo, a medida que crecemos, solemos adquirir malas costumbres a la hora de caminar que tenemos que vigilar, como, por ejemplo,
- Perder el ancho de la caminata
- Apoyar la punta del pie en vez del talón
- Dejar de balancear los brazos o mover a un mismo tiempo la pierna y el brazo
- Arrastrar los pies
- Perder la flexibilidad de las rodillas y los talones
- La mirada dirigida al suelo en lugar de mirar al frente.
Cómo andar correctamente
En este sentido, para caminar correctamente tenemos que tener en cuenta los siguientes consejos, especialmente si salimos a andar como una forma de hacer ejercicio:
Caminar con flexibilidad
Unas zapatillas flexibles te ayudarán, pero aun así debes intentar tomar pasos de forma relajada, uno tras otro, permitiendo un movimiento natural y flexible de los pies.
No tomar pasos demasiado grandes
Muchas personas cuando empiezan a andar pretenden tomar grandes pasos y así llegar más lejos. Es un error porque castiga los pies y los gemelos. Es preferible tomar pasos más pequeños, de acuerdo con el tamaño de cada uno, durante más tiempo.
- Andar con la cabeza arriba. Una buena postura te permite respirar bien y mantener la línea corporal. La barbilla arriba, en paralelo al suelo y los ojos mirando unos 3 metros delante.
- No mantener los brazos quietos. Si dejas que los brazos se cuelguen corres el peligro que de las manos y los brazos se hinchen y además funcionan como un freno. Los brazos deben estar en movimiento, constantemente, como una péndula delante y detrás.
- Mover los brazos de forma correcta. Debes tener los codos cerca al cuerpo y mover los brazos hacia adelante y hacia atrás, pero sin cruzar la línea central del cuerpo y sin subirlos más arriba que su pecho.
- Caminar recto. Si se agacha hacia delante o atrás es posible que sufra una lesión de espalda o cuello. Caminar recto, con los hombros relajados, barbilla recta y paralela al suelo. Imagina que eres más alto de lo que realmente eres. Si le cuesta andar recto, intenta hacer unos ejercicios abdominales para fortalecer los músculos.
- Calzado adecuado: es muy importante llevar unas zapatillas adecuadas cuando empezamos a caminar como ejercicio. Las suelas deben ser flexibles, deben ser la talla correcta y debes cambiar de zapatillas una vez al año. Lo mejor es ir a una tienda de deportes y consultar tus necesidades y tu talla con un experto. De esta forma evitará posibles lesiones en los pies y en las piernas.
Hipopresivos caminando
Algunas personas pretenden exprimir al máximo el tiempo y cada uno de los ejercicios para caminar correctamente. En el caso de los hipopresivos es conveniente tratarlos de forma aislada como ejercicio individual para obtener el máximo beneficio.
Caminar todos los días
Caminar todos los días entre 30 minutos y una hora es uno de los ejercicios más sencillos y con mayores beneficios para la salud: ayuda a quemar calorías, fortalece músculos y huesos, es sano para el corazón…
Además de ser una actividad simple, es gratis, puedes realizarla sólo o en compañía y por el lugar que más te guste y es bueno para tu salud.
Caminar de forma diaria previene los infartos de miocardio, despeja las vías respiratorias y oxigena el cuerpo. También fortalece el riego sanguíneo, aumenta el ritmo cardiaco y moldea nuestra figura casi sin darnos cuenta.
Fortalece las piernas, los músculos, evita la osteoporosis y la artrosis, facilita el tránsito digestivo, ayuda a la relajación y vence al estrés y al agotamiento.
Pero es que además disminuye las ganas de fumar y la necesidad de ingerir productos con azúcar, al producir un efecto ansiolítico y mejora nuestra vida social.
¿Puede haber algo más fácil y con mayores beneficios? Sal a caminar!
Disociar las cinturas pélvicas y escapular
Saber disociar las cinturas pélvicas y escapular resulta fundamental para lograr una marcha adecuada.
A menudo en nuestra clínica de fisioterapia Massalud nos encontramos con pacientes con el siguiente cuadro de dolor: molestias en el cuello, dolor de trapecios, que baja hacia la zona de los omóplatos y los hombros, y de ahí hacia el brazo.
Normalmente el dolor se da más en un lado que en otro y al hacer la exploración encontramos limitaciones de movilidad y sobretensión en músculos que componen la conocida como cintura escapular.
La cintura escapular es la equivalente a la cintura pélvica pero se encuentra en la parte superior del tronco y está formada por dos huesos, el omóplato y la clavícula.
El dolor se produce porque el paciente no disocia bien a la hora de caminar entre la cintura escapular y la cintura pélvica. Es decir, cuando lanza la pierna derecha para dar el paso, no la acompaña de forma correcta de caminar por un adelantamiento-torsión del hombro-brazo izquierdo hacia delante, que es como debería hacerse para caminar correctamente.
Si crees que puedes estar sufriendo de esta dolencia, no aguantes más. Acude a nuestra clínica y nuestros fisioterapeutas podrán tratarte el dolor y enseñarte una serie de ejercicios para trabajar la torsión del tronco y que aprendas a disociar ambas cinturas.