Crujir los dedos
Puede provocar lesiones a largo plazo
Si tienes la costumbre de hacer crujir tus dedos, puede que debas pensártelo. El Colegio de fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid advierte de que esta práctica desgasta las articulaciones, los tendones y los ligamentos que los rodean.
Las articulaciones están rodeadas por una cápsula sinovial y una cierta cantidad de gases, que sirven para lubricar estas articulaciones y que puedan moverse. Además, hace que los huesos no se desgasten con este movimiento.
Cómo crujir los dedos
Cuando hacemos crujir los dedos, el espacio entre los huesos aumenta y los gases salen del líquido sinovial en forma de burbujas que explotan. De ahí que se produzca ese sonido tan característico.
Las personas que lo hacen suelen referir un cierto alivio y liberación en sus dedos. Sin embargo, a largo plazo se produce un desgaste tanto de la articulación, como del resto de estructuras que la rodean y se pueden tener problemas.
Además, cuanto más hagamos crujir los dedos, más necesidad tendremos de hacerlo y el problema se irá agravando cada vez más.
Si tienes esta necesidad debes ponerte en manos de un fisioterapeuta u osteópata, para que la acción la realice un profesional. Él equilibrará las zonas con más o menos movimiento.