Las modas no son siempre saludables, y aunque en imagen pueden quedar muy bien, lo cierto es que el auge de las deportivas con plataforma y con ruedines pueden casuar más mal que bien, por muy chulas que sean o nos queden con nuestro vestuario.
Todos los profesionales comparten la idea de que este tipo de calzado jamás debe usarse para realizar ejercicio físico y sólo es recomdable, si cabe el caso, para ser usado de forma ocasional y no durante largos periodos de tiempo.
Y es que está demostrado que las deportivas con ruedas o con plataforma suelen pesar más que los deportivos convencionales, lo que hace que nuestras extremidades inferiores sufran más al tener que levantar más carga. Además, está demostrada que aumentan la carga en el antepié y la presión media sobre el talón.
Los estudios científicos demuestran que cuando un individuo está descalzo en el suelo el 75 por ciento del peso lo soporta el talón y el 25 por ciento el antepié.
Pero a medida que la altura de tacón aumenta, los porcentajes varían, y con un tacón de 4 centímetros el talón ya sólo soporta el 50 por ciento del peso y la otra mitad el antepié.
Y esto puede tener consecuencias en problemas de crecimiento, enfermedad de Freiberg o metatarsalgias, así como el posible acortamiento a largo plazo de la cadena muscular posterior y su relación con las talalgias, como la enfermedad de Sever y el desarrollo de pies planos que no evolucionan de forma fisiológica a partir de los 8 años de edad.
A estos problemas pueden sumarse otros como esguinces, roturas, tendinitis, etc.
Por tanto, las modas a veces están muy bien, pero sólo para verlas en televisión.
