Si eres asmático o tienes algún familiar o amigo que sufre esta patología, hoy este post te interesa porque os vamos a contar como la fisioterapia puede ayudar a mejorar muchísimo la calidad de vida de los pacientes asmáticos.
¿Qué es el asma?
El asma es una obstrucción reversible de las vías respiratorias de intensidad variable que puede ceder espontáneamente o por efecto de un tratamiento farmacológico.
Durante una crisis de asma se producen episodios de disnea (dificultad a la respiración), sibilancias (sonido agudo consecuencia del estrechamiento de las vías aéreas), tos (principalmente durante la noche o recién levantados) y opresión torácica. Esta enfermedad se ve agudizada en los procesos gripales.
Rehabilitación respiratoria en asmáticos
La rehabilitación respiratoria en los pacientes asmáticos proporciona una disminución de los síntomas y una mayor tolerancia al ejercicio durante las actividades de la vida diaria, además de prevenir posibles complicaciones ocasionadas por la hipersecreción bronquial producida después de la crisis, evitar deformidades torácicas, mejorar la elasticidad pulmonar y mantener una buena mecánica ventilatoria.
El tratamiento de rehabilitación se realiza cuando el paciente está bien, intentando evitar que se produzcan crisis y preparándolo a superar nuevas crisis si estas se produjeran.
Dado que una de las consecuencias de la crisis asmática es la inflamación de los bronquios, que a su vez disminuye la capacidad interna de éstos y aumenta la producción de secreción, el paciente debe aprender a toser correctamente para eliminar las secreciones de manera eficaz y sin cansarse.
Posición corporal
Existen diferentes posiciones corporales que favorecen que las secreciones de los pulmones se drenen de forma pasiva. Estas posiciones, obviamente, varían en función del segmento pulmonar que se quiere drenar (no hay una posición única). Después de haber tosido de forma asistida el terapeuta indicará cual es la posición que debe mantener durante varios minutos y que facilitará la movilización de la mucosidad sita en los bronquios, de cara a que ésta pase hacia la traquea, y posteriormente hacia la boca.
Al alterar el mecanismo respiratorio, los músculos que rodean los bronquios se contraen provocando un aumento de la resistencia de las vías aéreas y una distribución irregular del aire inspirado.
Todo este proceso puede, a largo plazo, afectar los músculos respiratorios (diafragma, músculos intercostales, dorsales, esternocleidomastoideo), así como la movilidad articular de las costillas, vértebras cervicales y dorsales.
El fisioterapeuta enseñará al paciente a relajar la parte superior del tórax y a utilizar correctamente el diafragma (músculo muy importante en el mecanismo respiratorio y que separa la cavidad torácica de la abdominal).
Se pueden, con dicha finalidad, realizar técnicas pasivas (es el fisioterapeuta quien mueve los diferentes tejidos en ese caso) sobre los diferentes tejidos blandos implicados en la respiración de cara a procurar una mecánica ventilatoria adecuada.
Es típica del asma la dificultad en la fase espiratoria de la respiración, con poca, o nula afectación de la inspiración. De ahí que en el tratamiento el objetivo sea ayudar al paciente a vaciar los pulmones, elastificando los tejidos toracopulmonares y aumentando el tiempo y la capacidad de espiración.
Además se darán indicaciones para mejorar la postura y prevenir deformidades torácicas ocasionadas por una mala mecánica ventilatoria.