Dos de los trastornos de la voz característicos de los cantantes profesionales son la disfonía y la afonía por nódulos.
Sin embargo, las disfonías y afonías pueden ser originadas por otras muchas disfunciones o enfermedades y cuanto antes las detectemos, mejor que mejor para nuestra voz y para nuestra salud general.
Continúa leyendo hasta el final y entenderás por qué es necesario ponerse en manos de un buen otorrino en cuanto notemos en nuestra voz la más mínima alteración, independientemente de la gravedad de la misma.
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Faringitis y laringitis
Son la causa más frecuente de los trastornos de la voz en niños y adultos, y un mal frecuente en cantantes, actores, profesores y presentadores.
El síntoma principal es irritación e inflamación en esas zonas y puede ser ocasionadas por infecciones, por forzar la voz, por hábitos vocales inadecuados o por factores externos, como la contaminación ambiental y sustancias como el tabaco y el alcohol.
Su tratamiento no suele ser complicado y la recuperación del tono y timbre de la voz son totales, una vez detectada y eliminada la causa de la inflamación.
Sin embargo, si nos automedicamos sin averiguar cuáles son las causas reales, corremos el riesgo de empeorarlas o, lo que es peor aún, cronificarlas.
Disfonía
Este tipo de disfonía es típica en cantantes provocada por tensión muscular está causado por hábitos inapropiados en el uso de la voz, sin que intervenga ninguna otra patología subyacente.
Una vez descartada por el otorrino la existencia de otros trastornos, el tratamiento se realiza mediante una terapia de voz enfocada a corregir los hábitos negativos que afectan a la voz y a enseñar al paciente técnicas de vocalización, relajación muscular y respiración diafragmática.
Nódulos y pólipos benignos en las cuerdas vocales
Los nódulos en las cuerdas vocales son uno de los trastornos de la voz más comunes en ‘cantaores’ y vocalistas, junto con los pólipos y los quistes, de otra naturaleza, pero cuyos síntomas son similares.
Generalmente se producen como consecuencia de situaciones prolongadas de irritación e inflamación que favorecen el endurecimiento progresivo del tejido afectado y la aparición de estas callosidades en las cuerdas vocales.
Detectados a tiempo, los nódulos suelen desaparecer con un tratamiento que elimine las causas de la inflamación o irritación permanente.
En caso contrario, la única alternativa es eliminarlos mediante procedimientos quirúrgicos.
Enfermedades neurológicas y afecciones psicológicas que afectan a la voz
Este tipo de enfermedades a menudo causan trastornos del habla y de la voz. Por ejemplo, la disfonía espasmódica puede ser provocada por estrés, por una lesión cerebral o por problemas en el sistema nervioso.
Otras consecuencias frecuentes de los trastornos cerebrales y neurológicos son la atonía e incluso la parálisis total de las cuerdas vocales.
Si las causas son psicológicas, como en el caso del estrés, esos problemas de la voz son fácilmente solucionables con la ayuda de un buen psicólogo, pero cuando el origen es cerebrovascular o neurológico su tratamiento es muy complicado e incluso imposible.
Lesiones malignas
En estos casos ya no hablamos de simples problemas de la voz, sino de auténticos riesgos para la vida. Las lesiones precancerosas tienen buen pronóstico médico si son detectadas a tiempo.
Si son cancerosas, a veces es posible un tratamiento conservador (mediante raspados o microcirugías parciales de las cuerdas vocales), pero en otras es imprescindible proceder a extirpar una o ambas cuerdas vocales.
Con la extirpación de una cuerda vocal el afectado podrá volver a hablar, que no cantar, aunque su voz adquirirá una tonalidad gutural y/o quedará afectada de una ronquera permanente muy acusada.
Si ambas cuerdas han de ser extirpadas, la consecuencia es la imposibilidad absoluta de volver a hablar con normalidad.
Cómo prevenir el cáncer en las cuerdas vocales
El mejor tratamiento de los trastornos de la voz es acudir a la consulta médica en cuanto se presente el menor síntoma de disfonía o afonía.
Y en el caso específico de los cantantes, nunca estará de más someterse a una revisión periódica, aunque no se experimente ningún síntoma.
Esto es especialmente importante en la prevención de los cánceres de cuerdas vocales, faringe y laringe.
Y es que hay unanimidad entre los otorrinolaringólogos: la gran mayoría de los cánceres de cuerdas vocales se detectan en personas que llevan largos períodos de tiempo sufriendo episodios de ronquera y otras disfonías, pero que no han acudido al médico en su debido momento.
